lunes, 29 de agosto de 2011

Guía de turismo de Santiago de Compostela

"Santiago de Compostela es uno de los más indiscutibles bienes patrimoniales de la Humanidad. Esta ciudad, debido a su integridad monumental, reúne valores específicos y universales en una urbe ideal que desborda a la vez Historia e intemporalidad.”. Nadie mejor que la UNESCO podría definir esta ciudad.

Te proponemos un camino diferente. Nuestra peregrinación durará solo tres días, pero nos planificaremos de tal manera que no hará falta más tiempo para descubrir esta histórica ciudad. Eso sí, tampoco estaría de mal que cogieras un bastón, de esos con concha al final, porque te vendrá bien un apoyo al más estilo autóctono.

Peregrino
Puedes encontrar vuelos bastantes baratos a Santiago con varias aerolíneas. Lo mejor para encontrar el mejor precio es que uses comparador online. En 2010, año Xacobeo, la ciudad estaba repleta de turistas y puede que fuera más caro de lo habitual viajar allí. Es por eso que se presenta una época perfecta para visitar el destino español de peregrinaje por excelencia desde que en la Edad Media se dijera tomara como el sepulcro del apóstol Santiago.


Si tienes un smartphone, te gustará saber que Santiago Turismo tiene disponible una aplicación muy útil para el móvil que ofrece una guía interactiva de recursos de la ciudad.

Una de los detalles que más me llamó de la ciudad fue la cantidad de leyendas que se contaban sobre las decenas de monumentos que hay. ¡Comenzamos!

Día 1: Iba yo de peregrina

Una vez en el aeropuerto, la forma más económica de llegar al centro de la ciudad, donde se ubica nuestro hotel es cogiendo el autobús. En este caso, la compañía Freire es la encargada de hacer el recorrido aeropuerto-centro (doctor Touxeiro). El viaje cuesta 3€  y si quieres, puedes comprarlo con antelación aquí.

El hotel en el que me alojé (el Husa Universal) se encuentra a menos de 5 minutos caminando de donde te deja el autobús, concretamente en la Plaza de Galicia, una ubicación excepcional, cerca de la catedral y de la zona más turística. 

Plaza del Obradoiro
Por la situación del hotel, el primer día visitaremos lo más típico de Santiago, la zona vieja. Para llegar a la Plaza del Obradoiro desde nuestro humilde hogar, vuelve hasta Plaza Galicia, cruza la avenida y busca la Rua do Franco, una de las principales de ese barrio y que te llevará directamente a la catedral. Si echas una foto cuando llegues allí, ya tendrás la postal más vendida de la ciudad. La plaza toma su nombre por la fachada principal de la catedral, conocidad como la del Obradoiro (siglo XVIII) y representa el final del Camino para los peregrinos, el kilómetro cero.


Catedral de Santiago
Es una lástima que no vayas a poder disfrutar del zarandeo del Botafumeiro, puesto que solo se pone en funcionamiento los domingos del año Xacobeo y en fechas señaladas. De todas maneras, si te sobran 300€, los tiboleiros (los hombres encargados de tirar de las cuerdas) te lo enseñarán con mucho gusto.

Uno de los laterales que más me gustó fue el de la Quintana, al oeste del monumento. En realidad toda esa zona es espectacular. No bajarás la cabeza hasta que salgas de la plaza.

La entrada general al museo de la Catedral cuesta 5€. Pero sin lugar a dudas, lo que no os podéis perder es la visita guiada a las cubiertas. La tarifa general es de 10€ pero merece la pena pagarlos porque las vistas de la ciudad son espectaculares. Conseguirás panorámicas de postal.

La gastronomía gallega es un lujo. Pulpo a la feira, churrascos, empanadas, pimientos del padrón, y marisco son los platos a probar obligatoriamente. Para comer por la zona y degustar estas exquisiteces te propongo el Restaurante Raxoi (en calle Raxoi), el Restaurante O Afiador (en la calle de San Pedro) o el Galeón (en Alfredo Bañas). Todos ellos, comida rica, panza llena y todo esto sin dejar los bolsillos temblando.

Torres de John Hejduk  (Ciudad de la Cultura)
La tarde la reservaremos para descubrir la cultura más moderna de Santiago. Te propongo que visites la Ciudad de la Cultura, un complejo diseñado por el arquitecto neoyorkino Peter Eisenman para acoger las mejores expresiones de la cultura de Galicia, España, Europa, Latinoamérica y el mundo (conciertos, teatros, museos, exposiciones, etc). Se organizan visitas guiadas gratuitas, para consultar los horarios visita la web.

De vuelta a la zona del hotel, te propongo varias alternativas para cenar. Si te gusta la comida italiana, la Tratorria (calle República Argentina) es una buena opción, a muy buen precio además. Si prefieres seguir degustando la comida tradicional gallega entonces ve al restaurante La codorniz (en calle Alfredo Brañas). Comida de calidad con menú de 15-20€ aproximadamente.

Día 2: Más gastronomiña

Por la mañana os propongo una ruta gastronómica, una visita guiada por las tiendas de alimentación tradicionales, la Casa de los Quesos y el popular Mercado de Abastos, que es a su vez conjunto monumental y el segundo lugar más visitado después de la Catedral. Durante el recorrido te enseñan platos típicos para ir haciendo apetito y al final del tour, te ofrecen una degustación de vinos y tapas. El precio por adulto es de 15€.

Por la tarde volveremos a la zona histórica. Te propongo un paseo por los dos principales jardines de Santiago: la Alameda y Santo Domingo de Bonaval. El primero se encuentra por los alrededores de la zona del tour gastronómico (en el Paseo de las Letras Gallegas) y es conocido por su magnífico mirador desde el que puedes contemplar unas magníficas vistas de la Catedral y parte de la ciudad. Además acoge variedad de especies arbóreas.

Escaleras en espiral del museo
Antes de llegar al parque de Santo Domingo de Bonaval te encontrarás el Museo del Pueblo Gallego, donde se exponen muestras propias de la cultura de Galicia: restos arqueológicos, indumentarias tradicionales, pinturas, esculturas, etc. La escalera helicoidal triple que hay en su interior es digna de admirar. Entrar solo te costará 3€.  Continuamos nuestra ruta verde por el segundo parque más visitado de la ciudad. Situado sobre una ladera, desde este enclave también se pueden admirar panorámicas de los tejados de la ciudad.

Para buscar un lugar para cenar no tendrás que irte muy lejos. Te recomiendo la Calle de San Pedro. Allí hay varias opciones interesantes: Restaurante la Rúa, O Dezaseis y O Afiador y O Castro son cuatro lugares donde podrás seguir saboreando platos gallegos y buen precio. En la zona vieja también hay multitud de bares en los que podrás comer barato: Bar Ourense, Cabalo Blanco, Paraiso Perdido... ¡Tú eliges!

Queimada gallega
Una bebida tradicional en Galicia es la “queimada”. Se supone que si la bebes,  ahuyentarás a los malos espíritus. Otras típicas son el aguardiente gallego o el licor de café. Todos los podrás probar en cualquiera de los pubs y bares del centro.

Es sábado noche y no te puedes quedar en casa. Para salir de marcha tienes dos alternativas: la zona vieja y la zona nueva. La primera tiene más ambiente universitario y se ubica por la calle do Franco y alrededores. Tarasca, Curruncho, Ultramarinos, Retablo, Forum, Fonte Sequelo, Casa das Crechas, Modus Vivendi, Momo son algunas de las posibilidades. La zona nueva se sitúa por la Plaza Roja, por lo que está más cerca del hotel. Tiene un estilo más discotequero de pubs y discotecas como Liberty, Apolo, Ruta 66, D3, Maycar, Duplex, Central Perk, Blaster, entre otras.


Día 3: Quién dijo que Santiago no tenía mar


Cabo Finisterre
Lo cierto es que todavía quedan iglesias, conventos y otros monumentos a pie de calle muy interesantes que ver pero seguramente te los encontrarás por casualidad en algunas de las rutas de los días anteriores. Es por eso que el último día te aconsejo que lo reserves para hacer una excursión organizada a las Rías Baixas (en las que crecen los mejores mejillones del mundo) o a Costa da Morte, donde se encuentra el extremo más occidental del continente europeo (Finisterre). La primera te costará 45€ y la segunda 40€. Ambas incluyen desplazamientos, entradas a museos, paseos por barca, entre otras actividades. El punto de partida de las dos excursiones es la calle Doctor Touxeiro, donde nos dejó el autobús del aeropuerto.


Con estos últimos apuntes terminamos la guía. Si tuviera que resumir con tres palabras esta ciudad serían: gastronomía, fe e historia. Nunca he hecho el Camino de Santiago, pero cuando tenga libre más de tres días me lo plantearé seguro. Dicen que cada peregrino encuentra en Santiago su propio milagro, ¿y tú, tienes algún deseo?

Enlaces de interés
Ayuntamiento de Santiago
Web oficial de turismo de Santiago
Aeropuerto de Santiago
Autobuses aeropuerto-ciudad


viernes, 12 de agosto de 2011

Guía de turismo de Bilbao

Bilbao es una de tantas ciudades divididas por un rio; de semblante europeo e industrial, arquitectura arrolladora y enclave del arte y la cultura. No es uno de esos destinos soliplayeros abarrotados de turistas, lo que le da un toque exclusivo para viajeros exigentes.


Desde el minuto uno te darás cuenta del estilo moderno y vanguardista que caracteriza a la ciudad. Y cuando digo desde el minuto uno, me refiero a desde que aterrizas en el aeropuerto “La Paloma”, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.

Aeropuerto de Bilbao
Para sacar el máximo partido a mis viajes, siempre que es posible, me consigo una tarjeta de bonos. En este caso me pillé la Bilbao card con la que te hacen descuentos de entre el 10 y el 50% en transporte público, restaurantes, espectáculos, museos, tiendas en otros establecimientos de ocio. Las hay de 1, 2 y 3 días y el precio va desde los 6 a los 12€. Si solo te interesa los descuentos en el transporte, mejor hazte la Creditrans, que se vende en bonos de 5, 10 y 15€. Ambas tarjetas se pueden adquirir en las oficinas de turismo de Bilbao.

De todas maneras no me pareció una ciudad muy grande y además los puntos de interés están relativamente cerca unos de otros. En tres días da tiempo más que de sobra a recorrértela!

Día 1: Casco viejo power

Una de las compañías de bajo coste que vuela a Bilbao es Vueling. Fue con la que viajé yo y seguramente sea la más económica.  Los autobuses a la ciudad pasan cada 15 minutos (La línea A3247 de Bizkaibus) y el billete cuesta 1,30€.

Es importante que el alojamiento esté bien comunicado. Lo bueno de Bilbao es que hay hoteles muy buenos y muy céntricos y no son para nada caros. Te recomiendo el Hotel Nervión, que lleva el nombre del río que baña la ciudad y que además puedes contemplar desde algunas habitaciones.

Plaza Nueva
El primer día recorreremos parte del casco viejo. Toma como referencia la ría para orientarte. La ruta comienza en el Ayuntamiento, situado a cinco minutos a la izquierda del hotel. Es una imponente construcción del siglo XIX digna de contemplar. Baja por la calle Zingira Kalea y continúa todo recto hasta adentrarte en el corazón de la parte antigua. Uno de los primeros edificios que te llamará la atención será el Teatro Arriaga, uno de los más llamativos de la villa inspirado en la Ópera de París. A unos minutos, encontrarás la Plaza Nueva, la primera plaza de la ciudad y bautizada como la Plaza de Fernando VII allá por el siglo XIX. Bajando por la calle del Correo está la magnífica Catedral de Santiago, reinando el entramado de calles que forman la zona vieja.

Para comer te recomiendo que te pasees por cualquiera de las calles de los alrededores porque es una zona famosa por sus tradicionales bares de pintxos (las tapas del norte) y por los txikitos, unos vasos característicos de la tierra donde se beben el vino. Para mi gusto, los pintxos son más elaborados y mucho más visuales que las tapas de aquí. Eso sí, también son más caros.



Mercado de la Ribera
Continuamos el recorrido por el casco viejo medieval. Acercándonos a la ría por calle Barrenkale te encontrarás el Mercado de la Ribera. Contemplar las vidrieras de este edificio de principios del siglo XX es un verdadero lujo y probar sus pescados y mariscos también. A la derecha se ubica la Iglesia gótica de San Antón, construida sobre las ruinas del antiguo alcázar de la ciudad a finales del siglo XIV. Acoge un hermoso retablo plateresco realizado por Guiot de Beaugrant.

Para terminar el día, coge el tranvía en el mercado hasta la parada Pío Baroja. Allí te propongo una cena típicamente vasca en el restaurante Txoko Piperrak (calle Travesía Uribitarte). Cuando yo estuve comí bastante cantidad y el menú rondó los 22€. Para volver al hotel, solo tienes que cruzar el puente del ayuntamiento.


Día 2: La vida moderna

Podemos titular así el segundo día de ruta. Y es que la segunda jornada de tu viaje estará dedicada al arte bilbaíno. En ciertos barrios, la ciudad se convierte en un museo al aire libre.

Por la mañana recorreremos el barrio de Indautxu, zona característica por su imponente arquitectura. Muchos de los edificios allí construidos han sido diseñados por reconocidos arquitectos. El Museo Guggenheim o la Torre Iberdrola son algunos claros ejemplos de arte moderno a pie de calle.


Puente Zubi Zuri
El hotel se encuentra ubicado en este barrio así que podrás ir a pie sin ningún problema. Para llegar, tienes que cruzar el famoso puente blanco “Zubi Zuri”, construido por el valenciano Santiago Calatrava. La orilla de la ria es perfecta para pasear, y más con las preciosas vistas de las esculturas que forman la exposición al aire libre “El Paseo de la memoria”.  Las que me llamaron más la atención fue la araña situada junto al museo, por sus 10 metros de altura y el perro Puppy, una estructura de acero recubierta con flores con forma de Terrier.


Museo Guggenheim
Pero sin duda alguna, lo más típico de Bilbao es su magnífico Museo Guggenheim. Su diseño vanguardista pionero del siglo XX y obra del arquitecto americano Frank O. Gehry, ya impresiona sin necesidad de entrar. El precio de la entrada ronda los 13€ e incluye una visita de una hora y una audioguía.

Más adelante está el Museo de las Bellas Artes, también muy recomendable para visitar por ser considerado uno de los mejores de Europa. Sus 35 salas acogen bastas colecciones modernas y contemporáneas de autores vascos e internacionales. La entrada con audioguía vale 7€. Mi consejo para ahorraros un poco si queréis visitar estos dos museos es que os compréis el bono Artean. Por 13.50€ tendréis acceso a ambos.

Cerca de allí, en plaza Euskadi, se encuentra la Torre Iberdrola, una imponente construcción de 41 plantas prácticamente recién construida.

Para comer mejor bajar hasta Gran Vía, una zona con muy buenos bares tradicionales. Entre ellos El huevo frito (calle Maestro García Rivero) o el Globo (calle Diputación), ambos bastantes baratos y con buenos pintxos.

En cuanto a los lugares de fiesta, las discotecas más concurridas se encuentran a las afueras de la ciudad. Fever e Image en Bolueta y Berango respectivamente. Mi consejo es que os quedéis por la ciudad. En Gran Vía está Rockstar, un ambiente de personas alrededor de los 30 años. Otra del estilo y de reciente apertura es Pacha, situada al lado de San Mamés. Si prefieres un ambiente más juvenil, te recomiendo la zona del casco viejo. Allí hay bastantes pubs con buen ambiente, sobre todo en la calle Iturribide, que además pilla cerca del hotel. Para llegar puedes coger el metro en Indautxu y en tres paradas estarás allí (precio inferior a 2€).


Día 3: Al agua patos


Plentzia
El tercer día lo reservaremos para un plan acuático. Te propongo dos opciones en función de la época del año en que visites Bilbao. Si es verano, lo mejor es darse un chapuzón en el Mar Cantábrico. Para ir a la playa, lo más rápido es coger la línea 1 del metro y bajarte en la parada de Sopelana o en la última (Plentzia). La primera es la más extensa, y es muy frecuentada por surferos; la segunda, está ubicada en la zona con más horas de sol al año de Vizcaya. Lo mejor para comer ese día es llevarte preparado algo rápido, en plan picnic para aprovechar el mayor tiempo posible en la playa.


Ría de Bilbao
Si por el contrario no hace mucho tiempo de playa y no quieres arriesgarte a pillar una pulmonía también está la opción de surcar los mares en barco. La empresa Bilboats ofrece la posibilidad de recorrer el cauce del rió Nervión en un trayecto de una hora (10€) o en trayecto de dos horas (16€) hasta la desembocadura de la ria en Abra.
Qué mejor manera de terminar este viaje que pasando una tarde en el parque. Desde el parque Etxebarria situado detrás del Ayuntamiento tendrás unas vistas magníficas de la ciudad. En una de sus laderas se conserva una chimenea como homenaje a la antigua fundición situada allí.

Con esta estampa concluimos esta guía, la tuya y la mia. Recuerda que cuando vuelvas, puedes añadir cualquier detalle que te haya parecido interesante y no aparezca aquí. 

¡Agur Bilbao!


Enlaces de interés:

jueves, 4 de agosto de 2011

Guía de turismo de París


Conocer la ciudad del amor en tres días es posible. No te aseguramos que puedas enamorar a alguien, pero sí al menos, que aproveches cada segundo que pases allí.

París es una ciudad enorme, con millones de cosas por ver. Nunca sabes qué monumento te vas a encontrar al doblar la esquina. Es un lugar con mucha historia, y con muchas historias que contar.

Es difícil condensar todos los sitios de interés en tres días, pero yo lo conseguí. Es cierto que no puedes detenerte a saborear cada rincón, pero con esta guía tendrás la sensación que has estado dos semanas allí. Eso sí, hay que ir sin prisa pero sin pausa. De todas maneras, si vuelves en otra ocasión, te recomiendo que te quedes por lo menos una semana para visitar museos y otros lugares mágicos como Eurodisney.

Recomiendo ir andando a los sitios que te pillen relativamente cerca porque el solo pasear por las calles de la capital francesa viendo la arquitectura de los edificios ya es impresionante. ¡Comenzamos el tour de la France!


Día 1: Un ratito a pie y otro caminando

La mejor opción para viajar a París es el avión. Tiene tres aeropuertos, Beauvais, Orly y Rossy Charles de Gaulle, pero encontraréis los vuelos más baratos si voláis al primero (a 80 km. del norte de la ciudad). Por 26€ ida y vuelta, un autobús te llevará al centro, concretamente hasta plaza de la Porte Maillot. Una vez allí, coge la línea amarilla de metro (1,50€/billete) y haz trasbordo en Avenue Foch para coger la línea azul hasta Barnés Rochechuart.  En una de las bocacalles de esa avenida (10, rue de Clignancourt) se encuentra el hotel Confort Saint Pierreun alojamiento barato y con buenas referencias. 

A 10 minutos a pie encontrarás Montmartre, una colina de 130 metros de altura coronada por el Sacre Coeur (Sagrado Corazón), una basílica blanca rodeada de jardines desde la que podrás admirar las preciosas vistas de la ciudad hasta el horizonte. Eso sí, ¡para subir coge fuerzas porque hay miles de escalones! Siempre te queda la opción de utilizar el funicular (menos de 2€), necesitarás ahorrar energía para el resto del día.

Sagrado Corazón
Justo detrás de la Basílica se encuentra el Barrio de los pintores (Place du Teatre), allí encontrarás bastantes locales donde comer por poco dinero. Son típicas las omelettes (tortilla) con queso  y los crepes salados. Lo que hace característica a esta plaza es la gran cantidad de pintores bohemios ataviados con bata y boina que se desplazan hasta allí para pintar; la mayoría de ellos se dedican a hacer caricaturas o retratos a los turistas. Al ser un lugar tan transitado, las tiendas de souvenirs son casi una plaga. Aprovecha para comprar los regalitos de “Estuve en París y me acordé de ti”.

Después de comer bajaremos hasta el Boulevard de Clichy (a menos de 10 minutos caminando), un barrio algo más descuidado que por la noche se viste de rojo por todos los sex shops y locales de temática erótica que hay. El más famoso es el cabaret Moulin Rouge. No puedes irte sin la mítica foto al lado del molino.

Si bajas por Rue Blanche, a unos 15 minutos te tropezarás con las Galerías La Fayatte, la mayor superficie comercial del mundo occidental. Allí puedes encontrar de todo, pero ¡ojo!, no te emociones con la tarjeta de crédito porque los precios son algo más caros que en España y te puedes llevar una sorpresa.
Opera Garnier
Al final de la Rue de la Fayatte está la Opera, un imponente edificio que me impresionó bastante. No hará falta que te alejes mucho para encontrar otra majestuosa construcción: la Iglesia de la Madeleine, que llama la atención por su arquitectura en forma de templo romano. Justo ahí hay una parada de metro que te llevará de vuelta a la zona del hotel para cenar por allí (línea verde hasta Pigaille y línea azul hasta Barbés Rochechuart). Si tu bolsillo te lo permite también puedes quedarte a comer por la zona de la Madeleine en restaurantes de mucho caché como el 1728 o el Maxims. Pero como no fue mi caso, yo me decanté por tomar algo en  Pizza Time (Rue Gerardo), al lado del hotel.


Día 2: Bordeando el Sena

A quien madruga, Dios le ayuda. Bien temprano, coge la línea azul del metro hasta la penúltima parada (Charles de Gaulle Etoile). Hoy toca un recorrido oeste-este, siguiendo el cauce del Sena.


Campos Elíseos y Arco del Triunfo
Empezamos en el famoso Arco del Triunfo, que fue mandado construir por Napoleón Bonaparte tras su victoria en la Batalla de Austerlitz, en 1805. Desde ahí baja por el maravilloso paseo de los Campos Elíseos, la principal avenida de París. Te recomiendo que lleves zapatos cómodos porque solo esta avenida mide casi 2 km. Es la zona de compras más chic de la ciudad, las firmas más exclusivas están allí. Ten cuidado a la hora de cruzar la calle; ¡los pasos de peatones son un adorno más que otra cosa!

Los Campos Elíseos terminan en la Plaza de la Concordia, la segunda plaza más grande de Francia. Es un lugar emblemático puesto que durante la Revolución Francesa, fue el lugar de las ejecuciones. De hecho, fue donde el Rey Luis XVI y Maria Antonieta fueron guillotinados.

Plaza de Concordia
El centro de la plaza lo ocupa el Obelisco de Luxor, regalado por el valí de Egipto a principios del siglo XIX. Es el monumento más antiguo de París. En la misma plaza hay un restaurante de lujo; se trata de Les Ambassadeurs, que cuenta con tres estrellas Michelín, al alcance de unos poco privilegiados. Por eso, es mejor comer en nuestra próxima parada.

Seguimos nuestro tour ya por la orilla del río, por la avenida Voie Georges Pompidou hasta llegar al Palacio Real de Louvre, que acoge el museo más visitado del mundo. Obras tan reconocidas como la Gioconda o la Libertad guiando al pueblo se encuentran allí. Como contamos con poco tiempo, mi consejo es que a no ser que te interese mucho, solo veas el palacio por fuera porque es enorme y tardarías toda la mañana solo en recorrerlo entero. 

Le nemours o el Ragueneau son dos opciones muy recomendables en cuanto a calidad precio donde podrás disfrutar de la gastronomía francesa. De todas maneras si aún esto te sigue pareciendo que se sale de tu presupuesto, por toda la ciudad hay pequeños locales de comida para llevar (crepes, sanwiches y otros tipos de repostería dulce y salada típica francesa).

Después de comer, puedes coger el metro en la parada del Palais Royal hasta la parada de la Bastilla (línea amarilla). También lo puedes hacer caminando y ver la catedral de San Paul y el Ayuntamiento pero aviso de que tardarías unos 40 minutos. 

Plaza de la Bastilla
La plaza de la Bastilla recibe ese nombre por la antigua cárcel ubicada allí, pero que fue demolida en julio del año de la revolución. En su lugar se construyó una columna: la Columna de Julio, inaugurada en 1840.


Notre Dame
Terminamos nuestro recorrido cultural de hoy en Notre Dame, a 15 minutos caminando de la plaza de la Bastilla. Es una de las catedrales más antiguas de estilo gótico. Si habéis visto el la película de El jorobado de Notre Dame, veréis que es igual que como os la imaginábais. La entrada es gratuita, pero si quieres ver las torres, tendrás que pagar unos 7€. 

Después de este agotador día, un poco de ocio no está de más. El lugar perfecto para cenar y conocer el ambiente de la noche parisina más bohemia es el barrio latino, situado en los alrededores de Notre Dame. Se llama así por los estudiantes de la Universidad de la Sorbona que vivían allí y hablaban latín.

Para cenar os recomiendo el Eric Kayser (Rue Monge, 8). Allí probé las mejores baguettes de París y se puede comer por poco dinero. Es un barrio lleno de comercios, bares y restaurantes. No será difícil encontrar un lugar que se ajuste a tu gusto. Si lo que quieres es echar un baile, sin duda alguna os recomiendo el pub Bistro de la Huchette (Rue de la Huchette, 27), un lugar idóneo para disfrutar del mejor baile latino. Si por el contrario, prefieres algo más tranquilo te propongo que te pases por los `piano bar´, con un ambiente más relajado. Algunos son el Bouillon Racine (Rue Racine, 3) o el Bateau le six huit (Quoi Montebello). Para volver a casa, coge un autobús nocturno. El más cercano es el N131, pero puedes comprobarlo tú mismo en la web de los autobuses.

Si quieres plantear tu viaje de otra manera ya sea porque estés más de tres días o porque prefieras otras rutas de forma que puedas entrar a los museos, te recomiendo que te hagas la tarjeta Paris Pass. Con esta tarjeta tendrás entrada gratuita a los 50 atracciones principales de la ciudad, no tendrás que esperar colas, transporte público gratuito entre otros descuentos. Para dos adultos vale 99€ y para dos jóvenes 57€.

Si los museos no son lo tuyo y quieres ahorrarte un pico a la hora de moverte por la ciudad también puedes sacarte bonos de viajes con la tarjeta Paris Visit; su precio varía en función de las zonas que cubra.


Día 3: Oh la la Torre Eiffel!


El último día comenzamos nuestra ruta en el Palacio de Maillot. Desde el hotel, llegaremos cogiendo la línea amarilla del metro. Pasea por los jardines del Trocadero desde donde podrás ver la Torre Eiffel. Cruza el puente (pont d´lena) y llegarás al Campo de Marte, unos jardines enormes que llegan hasta la torre. Suele haber largas colas para subir, por lo que recomiendo comprarlas con anterioridad desde la web. Los precios varían en función del piso al que subas y de si subes en ascensor o por las escaleras.

A 15 minutos a pie siguiendo por la Avenida Bourdonnais y luego por la Rue de la Grenelle te encontrarás con Los Inválidos, un imponente complejo arquitectónico del siglo XVII, Los Inválidos. Recibe ese nombre porque fue construido con vistas a ofrecer cobijo a los veteranos inválidos de guerra que quedaban sin hogar.  Los restos de Napoleón Bonaparte se encuentran en el interior del monumento.


Museo D´Orsay
En la zona podrás disfrutar de la verdadera comida parisina en los resturantes Le Gitane (53, bis avenue de la Motte-Picquet) o La Tour Maubourg (58, Boulevard La Tour Maubourg).

Para la tarde te propongo dos opciones. Por un lado, puedes visitar el museo D´Orsay, que alberga artes plásticas del siglo XIX y especialmente característico por tratarse de una antigua estación de ferrocarril.

Palacio de Versalles
Para terminar es muy recomendable un paseo por el río sena en los típicos Bateaux Mouches que encontrarás en los numerosos embarcaderos del río. Yo lo cogí en Port de la Conférence Pont de l'Alma  (Rive Droite). Por 10€ disfrutarás de un recorrido de 1h y 10 min. 

La tarde alternativa sería ir a Versalles y visitar su palacio. En la estación de cercanías de Saint-Michelle puedes coger un tren por 3 euros que te llevará hasta la conocida localidad francesa. Entrar a la zona principal del palacio es gratis para los europeos menores de 26 años, sino te costará unos 15€.

Después de este viaje, creo que vas a necesitar otra semana de vacaciones para recuperarte, pero merece la pena. La bohemia París estará encantada de que la vuelvas a visitar.


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